viernes, 10 de octubre de 2008

III PREMIO NACIONAL DE POESÍA 2007 DEL COLEGIO MÉDICO DEL PERÚ

de
POESÍA DISPERSA


1

AHORA QUE TE VAS

Sabes que fui moldeado con chapu, toronjil y pachamanca
Me vistieron con el colorido septiembre y me abrigaron con el Cielo impecable de la sierra.

Tu eres extraña porque te mostraron perlas baratas, y extrañas mascaradas, conversaciones con los pies juntos y destellos artificiales.
Sin embargo la cueva de tu axila me abrigo en este extraño pueblo y tus pezones me brindaron recuerdos de las bondades de mi madre,
Allá cuando me llevaste mas lejos, encontré la delicia de Normita la bonita y de la pastorcita que amé aun niño.

Ahora que conversas con otras palabras y con la misma grande y negra mirada,
yo te busco en otra, tu aroma confuso de flor y basurero, tus cabellos derretidos, tu llanto tal vez lo único de lluvia, tus uñas amenazantes y pintadas peligrosamente.

Puedo decir que te extraño extraña.


2


HEME AQUÍ


Homenaje y despedida a los tiranos

Heme aquí eme

Para rascarte un nervio deshilachado
Para resolverte los problemas apretándote el cuello
Para enseñarle modales a tu cadáver,
Para ser generoso con los peores gases de los
Mítines cuando joven,
Para desprenderte la retina y aventar toda tu historia al infierno,
Para limpiar con tu lengua la ciénaga purulenta de tus cadáveres,
Para descubrir el privilegio de tus patrañas,
Para licuar la mazamorra de tus sesos
Donde todavía tienes cautivo a los asesinados del alba,
De la medianoche, de todos los tiempos.
Para crujirte la médula suave, lentamente, ferozmente
Y esparcirlas átomos a otros cuerpos.
Para astillarte los tímpanos con inmensas campanas
Como homenaje de los deudos,

Heme aquí eme
Y recordarte tu historia no de textos
Sino escrito en los waters atorados, en los escupitajos de las cantinas, en los vómitos de los ebrios, en el excremento empozado en orín de tus víctimas.

Heme aquí eme
Para decirte como un correcto profesor,
Hijito toma tus orejas de burro y al rincón
De la historia, ojalá te expulsemos y no se recuerde
Sino al leñador de caperucita
Al líder del caserío, de la aldea entre árboles,
A la maestra rural de jilgueros y vizcachas,
Al párroco rociando bendición a la chozita
Con la sotana tiritando en el viento de la puna.


Heme aquí eme
Para no recordarte más.